Wednesday, January 26, 2011

Juramento de iniciacion Jesuita


Publicado por Nelson Andres Meza C.

Juramento

Yo_______ _______, ahora en la presencia del Todopoderoso Dios, la bendita virgen María, el bendito san Juan bautista, los santos apóstoles, mi padre fantasmal, el general superior de la Sociedad de Jesús fundada por san Ignacio de Loyola, en el pontificado de Pablo III y continuando hasta el presente, por el vientre de la virgen, la matriz de Dios, y la vara de Jesucristo, declaro y juro que Su Santidad el Papa, es el Vice-regente de Cristo y es el verdadero y única cabeza de la iglesia Católica o Universal por toda la tierra; y por virtud de las llaves de atar y soltar dadas por su santidad mi Salvador, Jesucristo, él (el papa) tiene poder para destronar herejes, ya sean reyes, príncipes, Estados, Mancomunidades, y Gobiernos y ellos sean ciertamente destruidos. Por lo tanto al extremo de mi poder yo defenderé esta doctrina del derecho y costumbre de 'Su Santidad' contra todos los usurpadores o autoridades Protestantes cualesquiera, especialmente la iglesia Luterana de Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia, y Noruega y la ahora pretendida autoridad de las iglesias de Inglaterra y Escocia, y las ramas de la misma ahora establecidas en Irlanda y en el Continente de América y en cualquier otro sitio, y todos sus adherentes en consideración que ellos sean usurpados y herejes, oponiéndose a la 'Madre Iglesia de Roma.'



"Yo ahora denuncio y reniego cualquier alianza dada a cualquier rey hereje, príncipe o Estado, llamado Protestante o Liberales, u obediencia a cualquier otra ley, magistrados y oficiales.



"Yo además declaro que la doctrina de las iglesias de Inglaterra y Escocia, de los Calvinistas, Hugonotes, y otros del nombre de Protestantes o Masones a ser malditos, y ellos mismos a ser malditos quienes no renuncien a las mismas.



"Yo además declaro que yo ayudaré a asistir, y aconsejar a todos o a cualquiera de los agentes de 'Su Santidad' en cualquier lugar donde yo esté, en Suiza, Alemania, Holanda, Irlanda o América, o en cualquier otro reino o territorio yo vendré para y haré lo máximo para extirpar a las doctrinas herejes Protestantes o Masonas y destruir todos sus falsos poderes, legales o al contrario.



"Yo además prometo y declaro que, no obstante, yo estoy permitido asumir cualquier religión hereje por la propagación de los intereses de la 'Madre Iglesia' de mantener secreto y privado todos los consejos de tiempo en tiempo de sus agentes, como ellos me los confíen y a no divulgar, directamente o indirectamente, por palabra, escritura, o circunstancias cualesquiera sin ejecutar todo lo que debe ser propuesto, dado a cargo o descubierto a mí por el por ti 'Padre Espiritual', o cualquier otra orden secreta.


"Yo además prometo y declaro que yo no tendré opinión o voluntad mía propia o ninguna reserva mental fuere lo que fuere, aun como un cuerpo y cadáver (perinde ad cadaver), sino sin vacilar obedeceré todas y cada orden que yo pueda recibir de mis superiores en la milicia del Papa y de Jesucristo.


"Que yo iré a cualquier parte del mundo dondequiera que sea enviado, a las regiones congeladas del norte, selvas de la India, a los centros de civilización en Europa, o a las persecuciones salvajes de los bárbaros salvajes de América sin murmuraciones ni lamentaciones, y seré sumiso en todas las cosas que fueran comunicadas a mí.

"Yo además prometo y declaro que yo, cuando la oportunidad se presente, preparar y hacer implacable guerra, secreta y abiertamente contra todos los herejes, Protestantes y Masones, como yo he sido ordenado hacer extirparlos de la faz de toda la tierra; y que yo no perdonaré ni edad, sexo o condición, y que yo ahorcaré, quemaré, destruiré, herviré, despellejaré, estrangularé y enterraré vivos a estos infames herejes; rasgaré los estómagos y vientres de sus mujeres, y machacaré las cabezas de sus infantes contra la pared para poder aniquilar su execrable raza. Que cuando lo mismo no pueda ser hecho abiertamente, yo secretamente usaré la copa de veneno, la cuerda de estrangulación, el acero de la daga, el plomo de la bala, sin importar el honor, rango, dignidad, o autoridad de las personas, cualquiera que sea su condición en la vida, ya sea pública o privada, puesto que en cualquier momento yo pueda ser ordenado hacerlo por los agentes del Papa, o superior de la Hermandad del 'Santo Padre' de la Sociedad de Jesús.


"En confirmación de lo cual yo por la presente dedico mi vida, alma, y todos los poderes corporales, y con la daga cual ahora recibo yo suscribiré mi nombre escrito con mi sangre como testimonio de lo cual; y si yo soy probado falso o débil en mi determinación, que mis hermanos y compañeros soldados de la milicia del Papa corten mis manos y pies y mi garganta de oreja a oreja, mi panza abierta y azufre queme dentro con todo el castigo que pueda ser infligido sobre mí en esta tierra y mi alma será atormentada por demonios en el infierno eterno para siempre.


"Que yo cuando vote siempre votaré por un Caballero Católico en preferencia a un Protestante, especialmente un Masón, y que yo dejaré mi partido para hacerlo; que si dos Católicos están en la candidatura yo me aseguraré cuál es el que mejor apoya la 'Madre Iglesia' y votaré en consecuencia.

"Que yo no trataré no emplearé a un Protestante si está en mi poder tratar o emplear a un Católico. Que yo pondré las niñas católicas en las familias Protestantes para que un reporte semanal sea hecho de los movimientos internos de los herejes.

"Que yo me proveeré con armas y munición para que yo esté listo cuando la voz sea pasada, o yo sea ordenado defender ya sea la iglesia como individuo o con la milicia del Papa.


"Todo lo cual yo,_______ _______, juro por la bendita Trinidad y bendito sacramento cual ahora voy a recibir para desempeñar y en parte para cumplir éste, mi juramento.

"En testimonio de presente documento, yo tomo este el más santo y bendito sacramento de la Eucaristía y atestiguo el mismo más adelante con mi nombre escrito con la punta de esta daga mojada con mi propia sangre y sellado a la luz del santo sacramento."


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Wednesday, January 19, 2011

Hallan maniatado en Brasil el cadáver de un sacerdote jesuita estadounidense

18-01-2011 / 19:30 h

Río de Janeiro, 18 ene (EFE).- El cadáver del sacerdote jesuita estadounidense Ferdinand Azevedo, de 72 años, fue hallado desnudo, con las manos atadas y una cuerda en el cuello en un balneario brasileño donde realizaba un retiro espiritual, dijeron hoy fuentes oficiales.

El cuerpo fue encontrado en la noche del lunes por miembros de su congregación que intentaban contactarle desde hacía varios días y que, ante la falta de respuesta, se presentaron en un apartamento de la ciudad de Paulista en que los jesuitas realizan retiros individuales.

Pese a las circunstancias en que fue encontrado, el cadáver no tenía señales de violencia externa ni heridas aparentes, y la policía no descarta un homicidio ni el suicidio.

La comisaria de Janga, Morgana Alves, informó de que abrió una investigación para establecer las causas de la muerte y agregó que espera los resultados de la autopsia para saber si el sacerdote tiene lesiones internas.

La comisaria se abstuvo de dar otras informaciones y alegó que la investigación será secreta.

El hecho ocurrió en Janga, un balneario de la ciudad de Paulista ubicado a pocos kilómetros de Recife, la capital del estado de Pernambuco y una de las mayores ciudades del nordeste de Brasil.

El cuerpo estaba de rodillas y en avanzado estado de descomposición, por lo que se presume que el sacerdote murió algunos días antes.

El religioso, que vivía en Brasil desde 1975 y llegó a ser provincial de los jesuitas en Pernambuco, acostumbraba realizar todos los años un retiro de diez días en el mismo balneario.

Azevedo era investigador y profesor en el departamento de Ciencias de la Religión de la Universidad Católica de Pernambuco, en Recife, y coordinaba el Instituto de Investigación Padre Nogueira Machado, vinculado al mismo centro académico.

Formado en Filosofía por la Gonzaga University (1963), el jesuita tenía una maestría en Historia en la Loyola University of Los Ángeles (1968) y un doctorado también en Historia en la The Catholic University of América (1974) de Washington.

El estadounidense, que se ordenó sacerdote en la Compañía de Jesús en 1970, recibió en 1997 el título de Ciudadano Pernambucano, concedido por la Asamblea Legislativa de Pernambuco por su contribución a la educación en ese estado brasileño. EFE


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Terça - 18/01/11 17h26, atualizado em 19/01/11 09h58

Polícia trabalha com duas hipóteses para morte de padre


Homicídio e suicídio são as possibilidades da investigação sobre a morte de Ferdinand Azevedo

Da Redação do pe360graus.com

Foto: Divulgação / Unicap

A polícia trabalha com duas hipóteses sobre a morte do padre Ferdinand Azevedo (foto 1): homicídio ou suicídio. O corpo dele foi encontrado na segunda-feira (17), num apartamento no bairro do Janga, em Paulista (fotos 2 e 3), com uma corda no pescoço e com as mãos amarradas. O imóvel onde o corpo foi encontrado era usado para retiro espiritual pela Ordem Jesuíta.

Padre Ferdinand Azevedo era norte-americano, tinha 72 anos e era doutor em história pela Universidade Católica Americana, em Washington. Ele estava no apartamento há uma semana e deveria ter retornado na segunda-feira (17) à Universidade Católica de Pernambuco (Unicap), onde era diretor da biblioteca e professor do curso de mestrado em ciências da religião.

Como não compareceu ao trabalho, colegas da universidade vieram ao local e o encontraram morto. A notícia da morte do padre Ferdinand surpreendeu a todos Unicap, onde ele trabalhava e morava desde 1975.

Muito abalado, o reitor da Unicap, padre Pedro Rubens, sabe que a polícia trabalha com as hipóteses de homicídio ou suicídio. Para ele, o comportamento do colega não apresentava nenhum indício de que ele pudesse tirar a própria vida.

“Nós não encontramos nenhum sinal nem vestígio de depressão, tristeza, amargura ou revolta. Ele era uma pessoa extremamente pragmática. Isso nos causa essa estranheza e que nós nos sentimos no dever, não só nós jesuítas, mas todos aqueles que conheceram, de testemunhar uma vida que não combina com essa morte, seja qual for o resultado da investigação”, afirma o reitor.

O corpo dele foi enterrado no final da tarde desta terça-feira, no cemitério de Santo Amaro. Antes, amigos e companheiros de trabalho se despediram dele numa missa na capela da Universidade Católica de Pernambuco. A missa foi celebrada pelo arcebispo de Olinda e Recife, dom Fernando Saburido, junto com o reitor da universidade, padre Pedro Rubens, e com o pró-reitor comunitário, padre Miguel Martins.

Após a cerimônia, o corpo foi levado para o cemitério de Santo Amaro, onde foi enterrado. A direção da universidade está aguardando o resultado da investigação policial, para entender se o que houve foi homicídio ou suicídio. A Delegacia do Janga é a responsável pelo inquérito. O prazo para conclusão do laudo da perícia é de 10 dias.

Ordenado padre em 1970, Ferdinand Azevedo veio para o Brasil em 1975. Atuava como pesquisador e professor do mestrado de Ciência da Religião da Unicap, instituição em que trabalhava há mais de 30 anos e onde ocupou os cargos de pró-reitor administrativo e comunitário, diretor da biblioteca e chanceler, entre outros.

“Ninguém esperava por essa notícia, foi muito forte. Ele era um professor muito ativo no mestrado, envolvido com pesquisas, sempre incentivava os alunos a pesquisar”, conta o ex-aluno do padre, Carlos Vieira.

http://pe360graus.globo.com/noticias/policia/investigacao/2011/01/18/NWS,527669,8,298,NOTICIAS,766-POLICIA-TRABALHA-DUAS-HIPOTESES-MORTE-PADRE.aspx

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Wednesday, January 12, 2011

El General de los Jesuitas y la creación de puentes de diálogo



ITESOuniversidad April 22, 2010

El P. General Adolfo Nicolás Pachón, SJ, habla sobre la necesidad de crear puentes de diálogo durante su conferencia en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, campus ITESO

Wednesday, January 5, 2011

Jesuitas y masones: “Enemigos íntimos”


Más Allá de la Ciencia nº 246
Textos Frank G. Rubio


Aunque tradicionalmente se les atribuye una enemistad histórica, lo cierto es que los jesuitas y los masones tienen muchas cosas en común, como las persecuciones a las que han sido sometidos o su modelo de organización. Pero el principal rasgo de ambos es, sin duda, su lucha contra el poder establecido en todas sus manifestaciones.

En 1738 Clemente XII (1730-1740), Columna excelsa según las profecías de San
Malaquías, emitió la bula In Eminenti, el primer documento papal contra la masonería. Treinta y cinco años después, en 1773, Clemente XIV (1769-1774),Visus velox, promulgó el breve Dominus ac redemptor, en virtud del cual quedaba suprimida la Compañía de Jesús (Societas Iesu). Murió envenenado. Antes de esto, entre 1759 y 1761, el Marqués de Pombal expulsó a los jesuitas de Portugal y de todos sus territorios ultramarinos. Los sacerdotes fueron detenidos y transportados a las posesiones del Papa en Italia y sus propiedades fueron confiscadas. Seis años después, durante la madrugada del 2 al 3 de abril, en el transcurso de una operación policial meticulosamente preparada, las tropas españolas ocuparon todos los edificios que los jesuitas poseían tanto en la Península como en ultramar. Sin demasiadas formalidades, los religiosos fueron embarcados (muchos se encontraban en América) y trasladados, como sus predecesores lusos, a las playas del Papa en Italia. Gobernaba entonces en España Carlos III.

Por su parte, el monarca Luis XV ya había firmado un decreto del Parlement (1762) que ponía fin a las actividades de los jesuitas en territorio francés. Y lo mismo ocurriría en Nápoles, Parma y Austria. En 1814 Pío VII (1800-1823), Aquila rapax, el papa que ungió a Napoleón Bonaparte en París como emperador –y al que luego excomulgó–, restauró tanto la Inquisición como la Compañía de Jesús. Es preciso señalar, sin embargo, que los jesuitas nunca se disolvieron en Rusia, donde gobernaba Catalina II, ni en Prusia, donde lo hacía Federico el Grande, ambos monarcas nada católicos, por cierto. El padre Malachi Martin, teólogo y ex jesuita, en su obra Los jesuitas aduce como causa de estos acontecimientos la influencia de la francmasonería sobre los monarcas de la Casa de Borbón.



JUAN XXIII Y PABLO VI, ¿PAPAS MASONES?

Abordaremos la relación actual entre masones y jesuitas a partir de una serie de noticias relativamente recientes. La primera se produjo en 2008 y es la concesión por parte del Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España del primer premio internacional “Alberto Martínez Lacaci” al jesuita
Pedro Álvarez Lázaro. El galardón reconoce su “labor de propagación de los valores masónicos”. Don Pedro es catedrático de Historia de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid), académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y miembro fundador del Instituto de Investigación sobre Liberalismo, Krausismo y Masonería, del que fue director adjunto entre los años 1990 y 2004. En 1983 El País publicó unas declaraciones de José Antonio Ferrer Benimeli, profesor de Historia Contemporánea Universal y de España en la Universidad de Zaragoza y especialista en masonería, en las que se refería a la masonería en los siguientes términos: “No es ni tan mala ni tan buena como pretenden unos y otros. No ha tenido, ni por supuesto tiene, la importancia que se le ha pretendido dar. Han pretendido jugar con los misterios, y esto solo engaña a los ignorantes; a los especialistas en sociedades secretas no nos sirven los misterios”. Recientemente, en otra entrevista concedida a esta revista (MÁS ALLÁ, 231), Benimeli, en la actualidad director del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME), señalaba: “La masonería podría considerarse una asociación iniciática que busca la Verdad y una escuela de formación del hombre para que sea más libre, más comprensivo y más demócrata y para que pueda encajar mejor en esa utopía de la fraternidad del Universo de la que cada vez estamos más lejos.

La masonería está por encima de las religiones y de los partidos políticos”. El tiempo pasa y las viejas heridas cicatrizan. Otros personajes con otras vivencias ocupan el escenario recitando papeles que responden a otros guiones. Los que habían sido enemigos declarados durante siglos (el XIX y gran parte del XX fueron extremadamente conflictivos entre ambas agrupaciones) hoy parecen converger. Un nuevo mundo, otras consideraciones y otras prioridades adquieren relevancia. No obstante, también podríamos pensar –y no se nos tome a mal– que podría ser aplicable a este caso la famosa cita de Adam Smith “Los comerciantes del mismo gremio rara vez se reúnen, siquiera para pasar un buen rato, sin que terminen conspirando contra el público”. Porque ¿hasta donde sigue existiendo enemistad entre la Iglesia católica y la masonería? En una publicación masónica peruana (2008) Eduardo Seleson afirma lo siguiente: “Hace unos años, el ilustre profesor y licenciado Alfonso Sierra Partida intentó publicar en los periódicos de la ciudad de México D.F. una copia del acta de iniciación en una logia de París donde se deja asentado que los profanos Angelo Roncalli (Juan XXIII) y Giovanni Montini (Pablo VI) habían sido elevados el mismo día para ser iniciados en los Augustos Misterios de la Francmasonería”. Y prosigue: “Pier Carpi, serio investigador periodístico y en un tiempo fuerte detractor de todo tipo de sociedades iniciáticas o secretas, es, paradójicamente, quien habría de encontrar en el transcurso de sus pesquisas las pruebas documentales de la iniciación masónica en Turquía de Angelo Roncalli (papa Juan XXIII)”. Los detalles de esta historia pueden consultarse en la obra Las profecías de Juan XXIII (Ed. Martínez Roca), de Pier Carpi. Escritor, guionista de cómic y director de cine, Carpi fue miembro de la logia P2 y amigo de su Gran Maestre, Licio Gelli (MÁS ALLÁ, 178), su deus ex machina, sobre el cual escribió un libro exculpatorio.
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Monday, January 3, 2011

LA EDUCACION DE LOS JESUITAS


Por mucho tiempo se consideró como indiscutible la excelencia de la educación suministrada por los miembros de la Compañía, de modo que al censurar los defectos de las congregaciones docentes se establecía una excepción en favor de los jesuitas. Hoy mismo, algunos partidarios del laicismo y del externado quieren ver en la solidez de la enseñanza jesuítica una compensación a los inconvenientes del internado y de la educación religiosa.

Cierto, el jesuita prefiere los actos a las contemplaciones, no fomenta la exageración en el ascetismo y hasta parece relegar a segundo término las prácticas inconscientes y rutinarias; pero con su sistema esencialmente depresivo de la dignidad, con su doctrina de la obediencia pasiva, forma hombres sin verdadera voluntad ni verdadero carácter, déspotas hasta la autocracia cuando mandan, humildes hasta la bajeza cuando obedecen. Como los jesuitas reducen su ideal a convertir la Humanidad en un solo rebaño regido por un solo pastor, amputan cerebralmente a las muchedumbres para quitarles la posibilidad de erguirse y emanciparse.

Con el jesuita reina la moral de apariencias, la moral que bajo una costra sana esconde un fondo enfermo, la moral de reticencias y duplicidades, la moral que se propone no tanto corregir las malas acciones como evitar o disminuir el escándalo. No importan mucho los actos de Caín, con tal de velarse con la sonrisa de Abel.

Si esto pasa en asuntos de moralidad o educación propiamente dicha: no sucede cosa mejor en materia de enseñanza. ¿Dónde los comprobantes de la proverbial y decantada solidez en la instrucción? ¿Dónde los textos luminosos? ¿Dónde los métodos infalibles? Los jesuitas proceden hoy mismo como si viviéramos en el siglo XVII, y caracterizan su enseñanza por estas dos palabras; añeja y retrógrada. Desde 1656 Pascal les aconsejaba "no echarla de maestros porque no tenían el carácter ni la suficiencia para tales". Mas los padres desoyen el buen consejo y siguen dando a sus discípulos una instrucción incompleta y desproporcionada, donde fomentan unas facultades con detrimento de las otras, donde hacen predominar la sutileza en la argumentación a costa de la solidez en el juicio, donde favorecen la credulidad a expensas del discernimiento.

Y ¿qué decir de su Estética? El mal gusto de los jesuitas, así en las Bellas Letras como en las Bellas Artes, se ha vuelto proverbial: ellos cultivan con asiduidad de maníaco los hueros poemas en hexámetros latinos; ellos prefieren el santo polícromo y chillón a la estatua de mármol con su inmaculada blancura; ellos aglomeran en sus construcciones lo churrigueresco y lo Pompadour, lo grotesco y lo mignon: díganlo Lourdes y Montmartre. Nada tiene de raro que cerebros radicalmente falsos carezcan de concepción estética, dado que lo bello puede llamarse una cristalización de lo verdadero.

Hasta en la enseñanza de las lenguas, donde pasan todavía por eximios y únicos, no hicieron más que valerse del latín y del griego para infundir una idea mezquina y engañosa de la Antigüedad. Ellos figuran, si no como los inventores, al menos como los partidarios de las ediciones expurgadas. Si en las controversias con sus adversarios citan pasajes de libros que no existen o mutilan y falsifican los textos, en las traducciones de los clásicos, tergiversan el sentido de las frases y adulteran la índole de los autores.

En vez de considerar al hombre como un fino instrumento que para vibrar armoniosamente exige el ser templado por un afinador de buen oído, le manejan como un recipiente vacío que tanto vale llenar de agua tomada en una fuente como de fango recogido en un camino. De ahí la abrumadora carga de asignaturas diversas e incongruentes en el año escolar. Desde que el programa estriba en llenar, los padres ingieren los conocimientos en la cabeza del alumno como el cebador de pavos introduce nueces y castañas en el buche de sus clientes.

Eso sí, la operación debe realizarse pomposa y teatralmente. Los padres se lucen con los exámenes aparatosos; con las reparticiones de premios ante numerosos y escogidos espectadores; con las procesiones escolares a son de música y en medio de estandartes desplegados; con el interminable desfile de uniformados alumnos por las calles y plazas de las grandes ciudades; en resumen, con todas las manifestaciones que deslumbran los ojos de las muchedumbres y halagan la vanidad de los ricos. Los nobles y los ricos, señaladamente los ricos ansiosos de nobleza, forman en el mundo europeo la clientela preferida de los jesuitas, de esos buenos jesuitas que han tenido la feliz idea de popularizar estos dos axiomas: El Catolicisimo es aristocrático; y, educar a los hijos en los institutos de la Compañía es de buen tono.

La enseñanza extensa y no profunda, superficial y mundana de los jesuitas sigue llenando la Tierra de pedantes y eruditos a la violeta. No enseñan a ser sabio sino a manifestar sabiduría. Un joven atiborrado con la instrucción de semejantes maestros se parece a los enormes frascos verdes, azules y rojos que los farmacéuticos exponen en sus vidrieras: seducen la vista, y sólo contienen algunos litros de agua con unos cuantos miligramos de sustancia colorante.

La educación jesuítica sigue también proveyéndonos de excelentes modelos en orden a la moralidad, Si en los países católicos nos remontamos al origen de los hombres públicos, veremos que los más embusteros y venales, los más hipócritas y sanguinarios, los verdaderos monstruos morales, recibieron su primera educación en algún instituto de la Compañía. En todo cerebro de circunvoluciones intrincadas, en todo corazón de repliegues tenebrosos, germina de seguro la simiente arrojada por la mano de un jesuita. "Lo poco bueno que hay en mí -decía un gran pecador- se lo debo a mi madre; por el contrario, lo mucho malo que tengo, se lo debo a la Compañía de Jesús".

Barniz de enseñanza, educación de casta y secta; formación no de hombres para la Humanidad, sino de sectarios para el Cristo: he aquí la esencia de toda la famosa labor docente de los jesuitas. Si puede tomarse por simple broma el dicho de Voltaire: "Los padres sólo me enseñaron bellaquerías y latín", no sucede lo mismo con la afirmación de Leibniz: "En materia de educación los jesuitas no llegaron ni a lo mediocre".

Fuente

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